BARCELONA/MADRID.- Cientos de miles de personas salieron a las calles de Barcelona en defensa de la unidad de España y en protesta contra el plan soberanista del Gobierno del ya destituido Carles Puigdemont.
Al grito de “¡Todos somos Cataluña!” y “¡que viva España!”, tomaron hoy el céntrico Paseo de Gracia de Barcelona para proclamar la unidad de España y protestar contra la decisión tomada el viernes por el Parlamento catalán de crear una república independiente.
El Gobierno central de Mariano Rajoy respondió el mismo día destituyendo a Puigdemont y su gabinete y convocando elecciones autonómicas para el 21 de diciembre, poniendo así en marcha la intervención de la autonomía que había aprobado el Senado español el mismo viernes.
“Vamos a recuperar la Cataluña de todos, la plural, la que hemos construido entre todos”, dijo en la cabecera de la manifestación la vicepresidenta de Sociedad Civil Catalana, Miriam Tey.
El proceso catalán está repleto de contradicciones. Las mismas calles que ayer estaban repletas de opositores a la independencia, estuvieron desbordadas, el viernes, por decenas de miles de catalanes que festejaban la decisión del Parlament de crear una república independiente.
En el mismo lugar en el que ocho días atrás los independentistas reclamaron la salida de prisión de dos de sus activistas más conocidos al tiempo que protestaban contra la intervención de la autonomía, podían leerse carteles con lemas como “Divorcio mal negocio”, “Exigen tener libertad para quitárnosla”, “Nos habéis robado la democracia” y “Cataluña somos todos”.
“Soy catalán, hijo, nieto y biznieto de catalanes, y no puedo renunciar a la cultura y a la lengua españolas”, apuntó José María, un médico jubilado de 82 años, entrevistado en la marcha.
Con la bandera de España a la espalda y la de la Unión Europea (UE) en la mano se manifestaba también Vecchio, un italiano que no quiso perder la oportunidad de expresarse. “En Italia necesitamos 150 años y dos guerras mundiales para lograr la unidad. No entiendo qué libertad reclaman en Cataluña”, se preguntó. A su alrededor, una marea humana iba coreando “¡Que viva España!”, al tiempo que ondeaba “senyeres” -la bandera catalana- y “Puigdemont, a prisión”.
Un numeroso grupo de manifestantes también cuestionó a gritos a TV3, la televisión pública catalana. Los “unionistas” acusan de parcialidad y manipulación al canal público catalán, que el sábado siguió presentando a Puigdemont como “presidente” pese a que su cese ya era efectivo.
El socialista Josep Borrell, ex presidente del Parlamento Europeo, advirtió en su discurso al final del acto de que la independencia sería “una catástrofe para Cataluña y también para España” y pidió votar el 21 de diciembre para “recuperar la normalidad”. (DPA-Reuters)
Bélgica ofrece asilo político al destituido "president" catalán
BRUSELAS.- El secretario de Estado para Asilo y Migración de Bélgica, Theo Francken, apuntó que su país podría conceder asilo al destituido presidente del Gobierno catalán, Carles Puigdemont.
El responsable belga de Asilo considera que Bélgica podría ser una salida para Puigdemont. “Todavía no se ha presentado una petición pero las cosas evolucionan rápidamente”, agregó el político, del partido nacionalista flamenco N-VA.
Puigdemont podría enfrentar hasta a 30 años de prisión, acusado de impulsar una sedición, después de que el Parlamento catalán aprobase la creación de una república independiente. Horas después de esa declaración, el líder catalán fue destituido, con todo su Ejecutivo, por el Gobierno de Mariano Rajoy, aunque no ha reconocido su cese.
“Cuando uno ve la situación, la represión de Madrid y las penas de prisión a las que se arriesgan, uno se pregunta si habrá un proceso equitativo”, dijo Francken.
Si Puigdemont solicitase asilo en Bélgica, generaría una situación diplomática delicada con España, reconoció el secretario de Estado. “Un juez belga tendría que decidir. También está el procedimiento de asilo, que hará difícil extraditarle a España. Nuestro derecho lo impide”, afirmó.
El eurodiputado español Esteban González Pons acusó a Francken de no respetar los principios de la Unión Europea (UE), y consideró que el belga ha incumplido los principios de colaboración entre los países. “Es inaceptable que se cuestione el Estado de derecho en España y la labor de los jueces españoles”, criticó el vicepresidente del bloque del Partido Popular Europeo en la Eurocámara.
“Sin tener motivo ni competencias, Francken se permite valorar un posible juicio a Puigdemont, con graves acusaciones al sistema judicial español, a la labor de los jueces españoles, y al estado de derecho en España”.
Francken pertenece a la Alianza Neo-Flamenca, que propone la independencia de Flandes respecto de Bélgica. Otros políticos, como la diputada Catherine Fonck ya han criticado el posicionamiento de Francken.
Bélgica es uno de los pocos países de la Unión Europea en el que pueden pedir asilo nacionalistas de otros Estados del bloque. (DPA)